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¿Por qué GPM LATAM?

Según el Banco Mundial, los desafíos que se plantean para América Latina y el Caribe desde hace tiempo en materia de infraestructura, educación, innovación y eficiencia del gasto deben afrontarse con reformas que también aborden los efectos del cambio climático y aprovechen las enormes oportunidades de crecimiento que ofrece el camino hacia economías más sostenibles.

 

América Latina y el Caribe con sólo el 8% de las emisiones mundiales de GEI. tiene enormes “ventajas comparativas verdes”, que ofrecen oportunidades para nuevas industrias y exportaciones. Además, la región tiene un enorme potencial en electricidad renovable -solar, eólica y geotérmica- y un vasto capital natural -agua, árboles, biodiversidad- que ofrece el potencial para nuevas industrias.

Asimismo, América Latina y el Caribe está sumamente expuesta y es muy vulnerable a varios desastres por amenazas naturales, como terremotos e inundaciones, que pueden devastar regiones enteras, o huracanes que azotan los estados caribeños. La región es una de las más vulnerables debido a la elevada densidad poblacional de las áreas donde golpean estos desastres y a la necesidad de mejorar las prácticas de gestión del riesgo.

La Evaluación Regional GEO-6 para América Latina y el Caribe:un llamado a la acción

La región de América Latina y el Caribe (ALC) tiene más de 5 millones de kilómetros cuadrados de tierra cultivable; 20 por ciento de las reservas comprobadas de petróleo del mundo (Walter 2016); 23 por ciento de las zonas boscosas del mundo; entre el 60 y el 70 por ciento de todas las formas de vida en la Tierra; recibe el 29 por ciento de las precipitaciones del mundo y posee aproximadamente el 30 por ciento de los recursos hídricos renovables del mundo, que también representan cerca del 70 por ciento de las reservas para todo el continente americano (FAO 2015a, FAO 2015b). El Caribe, en particular, tiene un excelente clima recreacional, que es vital en una era en la que el turismo de viajes se ha convertido en el mayor sector económico y el de más rápido crecimiento (IDB 2016)

La amplia gama de biodiversidad, incluyendo los ecosistemas y otros activos como los minerales y suelos que se encuentran en la región, ofrecen oportunidades y potencial para apoyar el sustento y una buena calidad de vida de su población, que sobrepasa los 600 millones de personas, a toda escala y para el futuro a largo plazo.

Aunque se ha logrado un progreso importante en toda la región para alcanzar varias de las metas fijadas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (UN2015), no se puede ignorar que muchos de los activos ambientales de la región se enfrentan a una creciente presión producto de múltiples fuerzas motrices de cambio, incluyendo el cambio climático y factores socioeconómicos endógenos y exógenos. Si no se enfrentan estos problemas -tales como la pérdida de ecosistemas cruciales; el aumento de las emisiones de GEI; la pérdida de especies y el deterioro de las fuentes naturales de agua, entre otros- se socavará la propia base sobre la que dependen muchas de las actividades de la región.